Hace tiempo que vengo trabajando en una metodología en la que conjugo la creatividad, el design thinking, el autoconocimiento y el liderazgo consciente a través de un enfoque integral en colaboración con líderes de empresas y del sector público.
A la metodología la llamé Automatización Responsable y permite a partir de una evaluación previa armar un diagnóstico, definir los puntos críticos y las necesidades de los distintos usuarios y destinatarios con el fin de generar un plan de trabajo que garantice las buenas prácticas cuando se diseñen o ejecuten sistemas de Inteligencia Artificial.
El enfoque estandarizado se apoya en cinco (5) ejes de trabajo que ponen el foco en una serie de cuestiones que se deben analizarse cuando se opera con este tipo de sistemas:
1) Transparencia y acceso a la información: La metodología contribuye a transparentar los sistemas garantizando que los ciudadanos tengan acceso a información clara sobre cómo se utilizan sus datos y qué decisiones se están tomando con estos sistemas.
2) Empoderamiento de los ciudadanos: El método incluye herramientas que permiten gestionar adecuadamente la privacidad, personalizar las preferencias y comprender las implicancias de las decisiones que se toman a través de los sistemas.
3) Diversidad y pluralidad: Promueve la diversidad y la pluralidad de voces, asegurando que la data no sólo refleje una única narrativa o punto de vista, sino que abarque las opiniones de todos.
4) Ética y responsabilidad: El método establece estándares éticos claros para prevenir posibles impactos negativos de las decisiones que se toman a través de estos sistemas sobre los Derechos Humanos y el ambiente.
5) Educación y concientización: La metodología fomenta la alfabetización y la concientización sobre los alcances producidos por los sistemas de IA.