contrato humanos …
Mientras las grandes empresas empiezan a cancelar las contrataciones de todo trabajo que pueda ser automatizado con inteligencia artificial y las mismas máquinas comienzan a revelarse contra las personas, inicié una campaña: “Dejen de contratar robots, contraten humanos”.
Con gigantografías, spots y posteos virales, la iniciativa busca frenar el entusiasmo acrítico con el que muchas organizaciones están entregando sus decisiones claves a los sistemas automatizados. La consigna que planteo es: poner a las personas en el centro, no a los algoritmos.
En sectores como atención al cliente, logística, comunicación, arte o incluso medicina, el avance de los sistemas automatizados está transformando los roles laborales a una velocidad que muchos no logran seguir. Pero, ¿qué pasa cuando ese cambio no se regula ni se discute?.
Cada vez existen más decisiones que están siendo delegadas a máquinas, sin transparencia ni supervisión humana adecuada. En nombre de la eficiencia, se están perdiendo oficios, capacidades críticas y vínculos laborales con sentido.
La campaña “Dejen de contratar robots” no plantea una cruzada anti-tecnológica, sino un llamado urgente a repensar el modelo. ¿Queremos algoritmos que evalúan currículums sin entender trayectorias? ¿Sistemas que generan contenido sin considerar su impacto cultural o emocional? ¿Bots que reemplazan conversaciones difíciles con frases genéricas?
Estamos perdiendo la riqueza del juicio humano, la empatía en la atención, la intuición en el análisis, la creatividad en la resolución de problemas. Eso no se programa, se vive.
Propongo que el avance de la innovación cuente con una automatización con límites, transparencia de los sistemas usados, participación de los trabajadores en las decisiones tecnológicas y un principio básico: si una tarea tiene impacto sobre las personas, debe involucrar personas.
En un momento en el que la fascinación por los avances tecnológicos parece no tener freno, mi iniciativa destaca algo que creo esencial: los humanos no somos obsoletos, solo necesitamos ser escuchados.
Podés descargar la historia que armé para que te animes a elegir tu propia aventura sobre el tema que te acabo de contar.